El investigador David K. Berlo retomó los elementos del modelo propuesto por Shannon y Weaver (Fuente de información-Transmisor-Fuente de ruido-Receptor-Destinatario) y lo despojó de su naturaleza meramente matemática para hacerlo aplicable a la medición de la comunicación humana.
Berlo propone que el mensaje está supeditado a todo el bagaje poseído por aquel que lo elabora(la fuente) Dicho mensaje es sometido a un tratamiento y codificación que es recibido a través de los sentidos, por lo que cada individuo lo percibirá de acuerdo con sus habilidades de comunicación, sus actitudes, su conocimiento, su sistema social y su cultura.
Dentro de la
comunicación existen, según esta teoría, distintas variables que pueden
modificar el proceso y el resultado esperado al momento de presentar un
mensaje, tanto a una sola persona como a una audiencia completa.
Sin duda, este modelo nos permite explicar la razón por la
cual los mensajes no son captados de la misma manera por todos los receptores.
Es muy importante comprender por qué ciertos factores pueden
llegar a modificar la manera en que las audiencias comprendemos e interpretamos
un mensaje, no solamente para explicar las razones por las cuales existen una
infinidad de recepciones diferentes, sino también estructurar un mensaje de
manera adecuada dependiendo del tipo de publico al que queremos llegar y lograr los objetivos deseados.
De esta manera la tarea de hacer llegar a las masas nuestros
mensajes se convierte más sencilla, pues al conocer los factores que influyen
en la toma de decisiones y preferencias de la audiencia, es más fácil crear un
lazo de afinidad con los posibles receptores .
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